Es hora de que empecemos a hablar de amor, de emociones y de sentimientos en espacios en los que ha sido un tema ignorado o invisibilizado: en las Universidades, en los congresos, en las asambleas
de los movimientos sociales, las asociaciones vecinales, los sindicatos y los
partidos políticos, en las calles y en los foros cibernéticos, las comunidades físicas y
virtuales. Hay que
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