Necesitamos toneladas de autocritica amorosa para identificar los patriarcados que nos habitan a todos, hombres, mujeres y gente diversa. Del patriarcado no se libra nadie: nacemos en él, nos educamos en él, lo interiorizamos, lo reproducimos, lo transmitimos y lo enseñamos a las nuevas generaciones. Está muy dentro y alrededor de nosotros, en la interacción social y afectiva, en la cultura y la comunicación, en las leyes, en el ámbito laboral, en las escuelas, en las redes sociales, en las relaciones de pareja, en la Ciencia, en las religiones, en la Medicina, en la Filosofía, en el arte, en los partidos políticos, en los movimientos sociales, y si, también en los feminismos. T
enemos que analizar la realidad y a nosotras mismas, tenemos que desaprenderlo todo y volverlo a inventar, tenemos que despatriarcalizar el deseo, las emociones, la manera en la que nos relacionamos sexual y afectivamente, la manera en que convivimos y nos organizamos política y económicamente. Es un trabajo de transformación individual y colectiva, una revolución a todos los niveles, y el objetivo es cambiar el mundo. Por eso necesitamos tanta autocrítica amorosa: para visibilizar el problema, para hablarlo, para generar debate, para reflexionar a solas y en grupos. El objetivo común es acabar con la desigualdad, la discriminación, la explotación, los abusos, las agresiones y las violaciones. La violencia nos afecta a todos: si queremos un mundo mejor y una vida mejor hay que hablar mucho sobre lo que nos pasa, escucharnos las unas a las otras, trabajarnos los patriarcados y tomar acción, en las calles, en las plazas y en las redes.
#AutocríticaAmorosa #LuchaFeminista #Despatriarcalizarnos
Coral Herrera Gómez
enemos que analizar la realidad y a nosotras mismas, tenemos que desaprenderlo todo y volverlo a inventar, tenemos que despatriarcalizar el deseo, las emociones, la manera en la que nos relacionamos sexual y afectivamente, la manera en que convivimos y nos organizamos política y económicamente. Es un trabajo de transformación individual y colectiva, una revolución a todos los niveles, y el objetivo es cambiar el mundo. Por eso necesitamos tanta autocrítica amorosa: para visibilizar el problema, para hablarlo, para generar debate, para reflexionar a solas y en grupos. El objetivo común es acabar con la desigualdad, la discriminación, la explotación, los abusos, las agresiones y las violaciones. La violencia nos afecta a todos: si queremos un mundo mejor y una vida mejor hay que hablar mucho sobre lo que nos pasa, escucharnos las unas a las otras, trabajarnos los patriarcados y tomar acción, en las calles, en las plazas y en las redes.
#AutocríticaAmorosa #LuchaFeminista #Despatriarcalizarnos
Coral Herrera Gómez