A veces se me olvida que vine a este mundo principalmente a disfrutar, y de vez en cuando me lo tengo que recordar a mí misma para que no se me olvide. No es fácil deshacerse de la culpa y darse permiso para disfrutar: el patriarcado me recuerda todos los días que debo siempre anteponer las necesidades de los demás a las mías. Cuando pienso en mí misma y en mi placer, me siento egoísta porque
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