Todos aprendemos a ser violentos a través de tres vías: el hogar, los relatos y los medios, y la escuela. Lo primero que aprendemos al entrar en la escuela es que los niños que merecen respeto y admiración son los que ejercen violencia contra otros niños y niñas. Desde el primer día aprendemos a despreciar a los que se atreven a denunciar la violencia que sufren ellos, u otros niños. Hay tres
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