Hasta mediados del siglo XX, en muchos países los hombres podían, por ley, matar a sus mujeres si eran descubiertas con otro hombre o si pretendían escapar de la cárcel del matrimonio. Hoy los femicidios están penados en casi todo el mundo, pero aún la sociedad duda de las víctimas, y disculpa a los delincuentes. Los principales mitos de la violencia machista perpetúan la guerra contra las
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