Hay parejas que aunque se divorcien, no se separan jamás. Algunas lo logran cuando los hijos e hijas se hacen mayores y ya no hay nada que discutir. Otros en cambio pasan odiándose y jodiendose mutuamente toda la vida. Hay parejas que no viven en guerra constante, pero sienten un rencor tremendo por la otra persona, con una intensidad que no se va con el paso de los años. Por eso los ex
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