No nos salva el príncipe azul, ni la policía, ni los servicios sociales, ni los abogados, ni los jueces, ni los políticos que gobiernan. El Estado no llega nunca a tiempo. Así que no nos queda otra que cuidarnos y organizarnos entre nosotras para que no nos maten.Las mujeres que sufren violencia machista están muy solas: a menudo no quieren preocupar a su gente y creen que pueden aguantar y
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